lunes, 4 de marzo de 2013

ADORABLES PELICULAS 03



THE TROLLENBERG TERROR / THE CRAWLING EYE

Director: Quentin Lawrence / Productor: Robert S. Baker y Monty Berman / Historia: Peter Key / Guión: Jimmy Sangster / Fotografía: Monty Berman / Montaje: Henry Richardson / Efectos especiales: Les Bowie / Música: Stanley Black / Intérpretes: Forrest Tucker (Alan Brooks), Laurence Payne (Philip Truscott), Jennifer Jayne (Sarah Pilgrim), Janet Munro (Anne Pilgrim), Warren Mitchell (Profesor Crevett), Frederick Schiller (Mayor Klein), Andrew Faulds (Brett), Stuart Saunders (Dewhurst), Colin Douglas (Hans), Derek Sydney (Wilde) / País: Reino Unido. Año: 1958/ Duración: 83 minutos.



Quienes tuvimos la oportunidad de disfrutar de aquellas funciones de Sábados / Domingos de superacción por el viejo canal 11, percibimos a fuerza de visión que el cine fantástico de origen británico de los 50 y 60´s  se diferenciaba claramente de su par estadounidense merced a sus guiones más elaborados, sus climas satisfactoriamente logrados y su sobriedad estilística - entre otras virtudes -, lo que hacía que la cuestión presupuestaria de cada película (producciones en su mayoría de clase B) no fuera determinante en el resultado artístico del filme. Dicha perspicacia se basaba en logradas películas como las correspondientes a la saga Quatermass  (The Crepping Unkwon / The Quatermass Xperiment (Pánico mortal, Val Guest, 1956); Enemy from Space / Quatermass 2 (Vasallos del mal, Val Guest, 1957) y Quatermass and the pit / Five Million Years from Heart (Una Tumba en la Eternidad, Roy Ward Baker, 1967) – o Village of the damned (el pueblo de los malditos, Wolf Rilla, 1960) y su correspondiente secuela, inolvidables joyas del fantástico-terror.  

The Trollenberg Terror (conocida también como The Crawling Eye o Creature from Another World) es una película del año 1958 que quizás no esté a la altura de las anteriormente nombradas, pero que sin duda merece ser apreciada pues, a pesar de sus claroscuros, cuenta con merito suficiente para integrar el panteón de las obras inolvidables del género fantástico británico.
 
La película estuvo inspirada en una serie televisiva de terror británica del año 1956 llamada “The Terror Trollenberg” que contó con seis emisiones; a su vez varios integrantes de la misma participan en la mencionada cinta. La producción fue dirigida por Quentin Lawrence, director de un puñado de películas (entre ellas la interesante Cash on demand, de 1962, protagonizada por Peter Cushing) quien sin embargo se volcó de lleno a la televisión británica, en la que llevó a cabo una extensa carrera. The Trollenberg Terror estuvo basada en una historia de Peter Key y contó con un guión a cargo de de Jimmy  Sangster, un ineludible y fecundo referente en lo que respecta al género fantástico y de terror de las islas; baste decir que fue el responsable de los guiones de producciones tales como X… The Unknown (Leslie Norman, 1956); Jack The Ripper (Robert S. Baker y Monty Berman, 1959) y clásicos de Hammer Films, dirigidos por Terence Fisher, como The curse of Frankenstein (La maldición de Frankenstein, 1957); Drácula (Horror of Drácula, 1958) y The Mummy (La Momia, 1959), entre otras.



La historia transcurre en la remota aldea de Trollenberg - lindera con una montaña enclavada en los Alpes suizos - en la que se vienen sucediendo inquietantes desapariciones y muertes - ¡por decapitación! - de alpinistas y aldeanos que intentaron escalar la montaña. En la cima de la misma flota una inquietante nube radioactiva que se desplaza sin tener en cuenta la dirección del viento, como si poseyese voluntad propia. Dicho fenómeno es seguido de cerca por un investigador gubernamental y su equipo, que trabajan en un moderno laboratorio situado en una de las laderas de la montaña. Por una cuestión de azar confluyen en el hotel de la aldea un investigador estadounidense de la ONU con una joven médium y su hermana y a partir de ese momento se desatan extraños fenómenos de carácter telepático que apuntan a dominar a los habitantes del lugar. Sin duda están frente a un grave peligro que amenaza con terminar no solo con ellos sino con expandirse, con consecuencias imprevisibles.         


Estamos ante una historia que parte de una interesante premisa que invita al misterio y a lo desconocido (diferenciando claramente entre lo conocido y civilizado contra el afuera, el territorio hostil donde anida el peligro mortal, en este caso la montaña como la representación de la frontera, una estructura deudora del western que a su vez nos permite trazar un interesante paralelismo narrativo con Tiburón (Jaws, Steven Spielberg, 1975 ) y para ello utiliza una cuidada fotografía en blanco y negro, consiguiendo un efectivo contraste entre luces y sombras que en los interiores logra una atmosfera claustrofóbica que realza el filme.  En cuanto al guión, contiene una interesante carga de terror psicológico (elemento característico del cine británico en este tipo de producciones)  y a la vez  elude caer en la solemnidad. El planteo inicial del filme consigue captar el interés desde el primer momento apoyándose sobre todo en las correctas actuaciones de Forrest Tucker como protagonista principal y la bella Janet Munro encarnando a la joven vidente, en una interpretación que logra transmitir inquietud.



Si bien resulta evidente que se trata de una modesta producción en términos económicos, las limitaciones presupuestarias están correctamente resueltas en lo que se refiere al manejo de los exteriores; en cuanto a los efectos especiales - si bien modestos y acordes a la época de su realización - vistos a la luz de los años transcurridos, lejos de ir en detrimento del filme, a mi criterio le agregan un encanto característico que convierten su visión en una experiencia singular. Sensación similar despiertan algunas escenas de acción (sobre todo en lo referido al desenlace) donde se aprecian algunas deficiencias en el montaje. Pero también hay que decir que la dirección de Quentin Lawrence es correcta y sus acertados movimientos de cámara le agregan una saludable tensión al desarrollo de la narración.              

The Trollenberg Terror - titulada para el mercado estadounidense como The Crawling Eye – sin ser una de las mejores películas del Sci-Fi británico del período en el cual fue hecha, resulta un digno exponente del cine B de esa parte del mundo, no tiene nada que envidiarle a cualquier realización standard norteamericana de la misma época. Como dato interesante puede agregarse que el célebre John Carpenter se inspiró en esta película para realizar La niebla (The fog, 1980).


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