La saga Crepúsculo: Amanecer - Parte 2 (The Twilight Saga: Breaking Dawn - Part 2, Estados Unidos/2012). Dirección: Bill Condon. Con Kristen Stewart, Maggie Grace, Robert Pattinson, Taylor Lautner, Peter Facinelli, Nikki Reed, Dakota Fanning y Michael Sheen. Guión: Melissa Rosenberg, basado en la novela de Stephenie Meyer. Música: Carter Burwell. Fotografía: Guillermo Navarro. Edición: Virginia Katz. Diseño de producción: Richard Sherman. Distribuidora: Alfa Films. Duración: 115 minutos. Apta para mayores de 13 años.
CALIFICACION: REGULAR
Segunda parte de Amanecer y final de la saga
Crepúsculo En esta ocasión la chica ex humana, y su enamorado joven vampiro
tienen una nena que al parecer pondría en peligro toda la estirpe vampiresca,
por lo que los Vulturi (unos chupasangres rivales de nuestros chicos vampiros y
hombres lobo) quieren capturarla y eliminarla. Y por aquí avanza el conflicto
central de esta historia.
Estamos ante una película correspondiente al
subgénero “vampiros adolescentes” (?) cuyo universo se asemeja a una postal
lavada poblada de baladas pegajosas, declaraciones de amor hasta el cansancio,
dentelladas en las que la sangre brilla por su ausencia y demás
artificialidades por él estilo.
En este particular universo, las vampiras &
vampiros y hombres - mujeres lobos parecen salidos de un concurso de modelos
que no le esquivan al botox o la cama solar.
Pero,
nobleza obliga, si bien los efectos especiales dejan que desear, se trata de
una película que desde lo formal funciona y está correctamente narrada. A los
seguidores y fans de la saga seguramente nada de lo que pueda leerse aquí les
hará mella e irán corriendo a verla y la convertirán en un seguro suceso. Que
así sea y ojala la disfruten. Pero no obstante estamos ante una de las entregas
más flojas de la saga.
Amor
a mares (Argentina/2012). Dirección: Ezequiel
Crupnicoff. Con Luciano Castro, Gabriel Goity, Paula Morales, Miguel Ángel
Rodríguez, Pompeyo Audivert, Luisa Kuliok, Nacho Gadano, Agustina Córdova,
Vanesa Weinberg y Germán Kraus. Guión: Nicolas Lidijover. Fotografía: Victoria
Panero. Música: Guillermo Guareschi. Edición: Nicolás Goldbart. Dirección de
arte: Alejandra Isler. Sonido: Nicolás Volonte. Distribuidora: Primer Plano.
Duración: 91 minutos. Apta para todo público.
CALIFICACION: MALA
Un joven escritor - interpretado por Luciano Castro
- que en su momento fue exitoso pero ya viene en franco declive, atraviesa una
crisis creativa por lo que su editor no tiene mejor idea que subirlo a un
crucero en plan de viaje de placer para que termine su última obra a bordo del
mismo. Al escritor no le entusiasma el mencionado plan pero finalmente accede y
una vez en el barco se cruza con una serie de personajes que lo inmiscuirán a
una trama de negocios e infidelidades.
Comedia que podría haber funcionado si no fuese por
un guión francamente fallido y que apela a recursos usados por las comedias de
Sofovich hace 30 años, como por ejemplo reírse de los gay amanerados. Se
vislumbra un intento de emular el estilo de la comedia clásica americana, pero
sin éxito. Si a esto le sumamos que Luciano Castro nunca parece encontrarle la
vuelta al personaje que interpreta, el resultado no satisface; aun con un
elenco secundario (Miguel Angel
Rodriguez, El puma Goity y Pompeyo Audivert, entre otros) que aporta una buena
cuota de oficio y solvencia.
Días
de pesca (Argentina/2012). Guión y
dirección: Carlos Sorín. Con Alejandro Awada, Oscar Ayala, Victoria Almeida y
Diego Caballero. Fotografía. Julián Apezteguia. Música: Nicolás
Sorín. Sonido: José Luis Díaz. Edición: Mohamed
Rajid. Distribuidora: K&S Films. Duración: 78 minutos. Apta para todo
público.
CALIFICACION: BUENA
Un hombre de unos 50 años decide
irse a Puerto Deseado a pescar tiburones y también a visitar a su hija ¿Se
trata de un simple viaje de distracción o este hombre quiere cambiar su vida? Una
vez que llega al lugar, entabla relación con algunos personajes y a través de
esos diálogos iremos conociéndolos conflictos que arrastra el protagonista.
Película
que a pesar del enorme paisaje patagónico que muestra – y que Sorin sabe
aprovechar bien - está planteada como un viaje interior en el cual tenemos la
sensación que es más importante lo que no se dice que lo que se expresa.
Alejandro Awada compone un protagónico notable y logra transmitir a partir de lo gestual las diferentes
sensaciones por las que atraviesa el personaje. Si bien hay algunas situaciones
previsibles y por momentos se pone un tanto solemne, se trata de una película
chiquita, con una historia alejada de lo que podríamos denominar un ejercicio
clásico de cine; pero no obstante funciona.
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